Agustín Larco. Pinturas recientes

La producción pictórica de Agustín Larco irrumpe de un modo singular en el medio artístico de Buenos Aires. La exposición en Bensignor Gallery presenta obras suyas por primera vez en esta ciudad.
Sus muestras inaugurales tuvieron lugar en Miami en dos versiones de Context Art Miami.

Algunas de sus pinturas sobre tela toman el ímpetu del gran formato. Su método gestual es producto de la improvisación contraria al proyecto premeditado, procedimiento que lo emparenta con la abstracción informalista que hizo eclosión en Europa y Estados Unidos a mediados de siglo veinte y que tuvo una fuerte representación local en Buenos Aires. Sin embargo, la producción de Agustín es de innegable raigambre contemporánea.

Su personal utilización del color, a menudo saturado y brillante, tiene reminiscencias del arte Pop. El fucsia, que viste una de sus grandes telas, recuerda el tinte fluo utilizado por Marta Minujin en su mítica Revuélquese y viva de 1964, colchones de rayas cromáticas.
Algunos de sus violetas, pueden evocar el de los míticos acrílicos de Rogelio Polesello, admirado por el artista. El color en este conjunto de obras es fulgurante y desenfadado.

Se vuelve evidente que Agustín no pretende seguir una línea ortodoxa en el uso de los materiales. Así, al óleo o el acrílico suma hidroesmaltes, aerosol o glitter, componentes heterodoxos, que permiten el juego de texturas y que colaboran en la composición de las imágenes.
Su obra es producto de una virtud subjetiva y extrovertida a la vez, tanto en su factura como en su despliegue cromático.

Hoy, a sus treinta nueve años de edad, la biografía de Agustín cuenta un período de diez años de itinerancia a través de treinta y cinco países, adquiriendo así una identidad cosmopolita, y esa experiencia le permitió enfocar su trabajo artístico de una manera amplia y ecléctica.
Se trata de un artista plástico que hoy relaciona su pintura con su práctica musical. Es un hábil percusionista en Azul Dadá, una banda local.

La pintura y la música en él son dos modalidades expresivas de un contiguo proceso creativo. Interesa relacionar el termino Dadá, denominación de una tendencia fundamental en el arte occidental, vecina del surrealismo, que tuvo lugar en Zurich y Nueva York en la segunda década del siglo XX. Aquella fue deliberadamente antiestilística, producto del convulsionado momento en torno a la primera guerra mundial en Europa.

Hoy la historia es aún más compleja y el arte transita caminos intrincados, ampliados, e infinitos en el marco de esta era posmoderna. Cada obra de Agustín Larco aparece como una batalla pictórica en diferentes grados de lirismo. Una tela tensada o una madera gigante son el soporte de una estrategia pictórica creada en horas o instantes. En general, un color de fondo y luego, conjuntos de formas aleatorias en diversos grados de complejidad. Composiciones despojadas y otras barrocas.

El azar y hasta el error son bienvenidos a la hora de la conjugación de las formas, siempre abstractas y variadas.
Y, el color, absolutamente protagónico, juega papeles diversos: conjugado, vibrante, disruptivo, disonante, acompasado, como los sonidos, producto de una descarga operada por toques manuales sobre el cuero tensado de un djjembre, instrumento musical de percusión, a menudo ejecutado por el artista.

Mercedes Casanegra

 

Agustín Larco
Pinturas recientes

Desde el 13 de Junio al 12 de Agosto de 2018
Inaugura: 13 de Junio, 19hs

Matilde Bensignor | Galería de Arte
Benjamín Matienzo 2460 - PB 1
Ciudad Autónoma de Buenos Aires