Andrés Waissman. Emboscada

La instalación reúne, en un mismo espacio, dos pinturas de gran formato, una larga tira de dibujos sobre papel, un video proyectado sobre el ambiente que muestra la evolución de una gran viruta hacia su oxidación, y una serie de objetos monocromos que plantean un recorrido activo por parte del espectador. En una planta rectangular la instalación tendrá un planteo longitudinal, con un cortinado negro que cancela la luz levantado sobre un espacio posterior de aproximadamente 4 metros y que funciona como fondo.

Esta instalación junto a las de Viruta hacen pie en la desintegración, un proceso continuo y casi siempre en movimiento. No solo es el polvo que se desprende del material de acero en las virutas lo que se evidencia como residuo de la desintegración, en estas obras esa metamorfosis está conceptualmente visualizada en la contorsión de las figuras que intentan amoldarse a la cámara donde están forzadas a un mínimo espacio. En estas apropiaciones suscriptas a la estética medieval románica, esta instalación se dibuja como un pasillo procesional en donde el espectador es dirigido hacia la última figura detenida sobre el suelo como punto de referencia para todo el conjunto.

Como parte de esta escena de climas y penumbra, de luz apenas proyectada por un video que muestra la viruta palpitando, esta instalación se asume como un espacio de decisión para discernir y asumir: lo viejo y lo nuevo, lo consolidado y lo desplazado, la risa o el espanto. Los hilos de alambre que tejen los objetos presentados asumen la complejidad de aproximarse a los fenómenos del pasado desde la práctica artística, configurando en el escenario contemporáneo una posible definición del “aquí y ahora”.

 

Andrés Waissman
Emboscada

Desde el 27 de octubre al 15 de diciembre de 2018

Munar
Av. Pedro de Mendoza 1555
Ciudad Autónoma de Buenos Aires