Lucía Warck Meister. L’Alquimista

Del agua y de las brasas, que apenas segundos atrás dejaron la incandescencia, nacen la gran instalación, las fotografías y los collages de Lucía Warck Meister. El conjunto de obras que expone la artista nace de la observación de las olas, de la cadencia infinita en la que aparecen, desaparecen y nuevamente vuelven a aparecer. De las fuentes a punto de desbordar, como el caudal arrollador de una catarata, pueden surgir miles de relatos que se mojan en agua de mar o en la espesura de un pantanal o que se alumbran con la llamarada del fuego.

Sobre la muestra
L’Alquimista
Por Lucía Warck Meister

"Muchas de mis instalaciones tienen el agua como concepto central. En la mayoría de las culturas y religiones el agua simboliza la vida y la fertilidad. El locus de la génesis. A partir de alli, lo que parece inmóvil, se pone en movimiento, se expande, genera. Esta idea de reposo seguida de acción es lo que quiero hacer visible en mi propuesta L’ALQUIMISTA y al mismo tiempo que el diseño de la instalación evoque con simplicidad estos conceptos.

L’ALQUIMISTA nace de mi observación de la espuma que dejan las olas en la playa. Tras un breve momento, la espuma, desaparece o es absorbida por la siguiente ola que a su vez esparce más espuma.
A esta idea de agua, representada en la instalación con vidrio templado roto, agregué la de su opuesto el fuego, que será carbón. Los opuestos unidos son los que generan cambio.

La instalación está compuesta por 55 fuentes circulares de diferentes tamaños. Estos círculos forman curva y contracurva, a un tiempo avanzan y se retiran. Las fuentes estarán hechas de cemento patinado en blanco, Ocupan un espacio de aproximadamente 12 x 6 metros. Contienen vidrio templado roto, algunas, y grafito en polvo, otras. El diseño de la instalación permite que si el espacio lo requiere su forma se flexibilice y tome otra o que se puedan agregar más fuentes-burbujas al conjunto. Se colocarán luces puntuales para iluminar la instalación y hacer brillar el vidrio que parecerá desmaterializarse por momentos."

Sobre la obra de Lucía Warck Meister
Por Lara Marmor

1. POTENCIA
Algunas fuentes tienen agua y otras contienen carbón, resto de materia consumida por el fuego. Las paredes de las cincuenta y cuatro fuentes al ser delgadas intercambian temperaturas, y este contacto aunque es sutil, anuncia una situación de movimiento, de derrame inevitable.
Lucía Warck Meister presenta una escena de pura potencialidad. Su instalación captura un instante de quiebre donde una cosa puede transformarse en otra, el momento donde cualquier movimiento puede dar origen a una nueva situación.
Lo dinámico para Aristóteles es la realización de una capacidad o es la posibilidad de ser. De esta perspectiva se desprende la idea de que lo que está en potencia es posible, que de la mera contingencia surge la capacidad de realizar una acción: el agua contenida puede desbordarse y el fuego se puede reanimar.
El agua derramada y el fuego reavivado: una deriva de situaciones inesperadas. La artista encierra y retiene en sus fuentes elementos que tienen la fuerza suficiente como para expandirse, derramarse y devolver otras imágenes, relatos de agua y fuego donde coexisten la vida y la muerte; el origen y el destino final.

2. CONCATENACIÓN
Aquí aparecen sin respiro, sin puntos y aparte y sin distancia una sucesión vertiginosa de imágenes de agua y fuego en expansión: “Las olas depositaban una orla de sucia espuma amarilla en el límite de las aguas. Ningún barco estropeaba la línea del horizonte. No nadaría, no. Nunca más”.Este es el final del primer párrafo de Las olas, de Virginia Woolf. “No había manera de detener aquella continua alternancia de creación y destrucción. Sus ojosbuscaban la verdad descriptible y reglamentada de una imagen segura y completa; y acababan, por el contrario, corriendo detrás de la móvil indeterminación de aquel ir y venir”. Así describe Baricco el momento en que Bartleboom, uno de los personajes de Océano mar, se detiene a mirar el agua en la orilla del mar.
Y El mar es una de las últimas historias de Viaje Olvidado, de Silvina Ocampo. Victoria lee con entusiasmo el primer libro de cuentos de su hermana menor, y a pesar del intento por tratar de encontrar cierta distancia crítica, expone en su artículo de Sur,su gran enojo por la distorsión de los recuerdos de la infancia, lugar de donde se desprenden los cuentos de Silvina. Ted Kennedy se salva pero nunca se perdonará haber dejado morir a su secretaria y amante Mary Jo. En 1993 Joyce Carol Oates le dedica su novela Agua negra al accidente que sufre el menor de los hermanos Kennedy al caer su auto en un pantano de Massachusetts. Esto ocurre el 18 de julio de 1969. También un 18 de julio, pero de 1964 The New Yorker publicaba El nadador. El impacto de este cuento es tal que cuatro años después Burt Lancaster, que había iniciado su carrera como acróbata, interpreta magistralmente a Neddy Merrill, el protagonista del increíble cuento de Cheever. La espuma de los días también tiene su versión cinematográfica, y es a Audrey Tautou a quien le toca interpretar a Chloé, uno de los personajes principales de la novela Boris Vian. El escritor, fanático del jazz, para componer su personaje se habría inspirado en la canción que cantaba Duke Ellington junto a su orquesta: “La sombra nocturna está cayendo, escúchala suspirar. Chloé Chloé voy a ir a través de la zona pantanosa en tu búsqueda. Porque si estás perdida allí, déjame estar allí también. A través del humo y la llama tengo que ir a donde estás”.“Así que se veía muy bonito ver caminar por el fuego en los potreros; ver hecho una pura brasa casi todo el llano en la quemazón aquella, con el humo ondulado por arriba; aquel humo oloroso a carrizo y miel, porque la lumbre había también llegado a los cañaverales”. Recuerda Pichón en medio de la lucha entre los seguidores de Petronilo Flores y Pedro Zamora en el México de la Revolución que describe Rulfo en el El llano en llamas.

3. EL LUGAR DE LA INTERACCIÓN, DE LA PROVOCACIÓN
Del agua y de las brasas, que apenas segundos atrás dejaron la incandescencia, nacen la gran instalación, las fotografías y los collages de Lucía Warck Meister. El conjunto de obras que hoy expone la artista nace de la observación de las olas, de la cadencia infinita en la que aparecen, desaparecen y nuevamente vuelven a aparecer. De las fuentes a punto de desbordar, como el caudal arrollador de una catarata, pueden surgir miles de relatos que se mojan en agua de mar o en la espesura de un pantanal o que se alumbran con la llamarada del fuego.

 

Lucía Warck Meister
L’Alquimista

Desde el 7 de julio al 29 de julio de 2018

MUMBAT - Museo Municipal de Bellas Artes, Tandil
Chacabuco 357
Tandil, Buenos Aires