María Boneo

Cada vez más audaz, la escultora María Boneo presenta El sonido luminoso de las formas, donde desafía a sus antiguos espectadores con una obra nueva, distante estéticamente de sus anteriores trabajos. Sin embargo, al mismo tiempo, se trata de un trabajo potente y con gran fuerza expresiva plasmada en resinas coloreadas y bronces niquelados. La galería MCMC fue fundada en 2014 por María Calcaterra y reúne en su trastienda obras de César Paternosto, Eduardo Costa, Edgardo Giménez, Julio Le Parc, Rogelio Polesello, Gyula Kosice y Carlos Silva, entre otros.
Boneo irrumpe en ese contexto y lo hace a tono con la crítica e historiadora Linda Nochlin, quien reflexionó: “(…) la respuesta del por qué no han existido grandes artistas mujeres no reside en la naturaleza del genio individual o en su falta, pero sí, en cambio, en las instituciones sociales previstas y en lo que ellas prohíben o fomentan en diversas clases o grupos de individuos”, nos acompaña en la reflexión sobre el avance de las mujeres en el campo del arte argentino.
Especialmente atractivo es el libro que acompaña a esta muestra de María Boneo: Vórtice fluído turbulento, con textos de Ana María Battistozzi y Julio Sánchez Baroni.
A diferencia de sus anteriores trabajos en madera, bronces y mármoles, Boneo desafía porque es amiga de las mutaciones, y lo reconoció al contar que "mi taller es mi refugio, mi lugar. Suelo ser propensa a los cambios y sin embargo, el taller es algo que mantengo hace muchos años y no cambia. Allí pasa todo lo que tiene que pasarme en cuanto a la expresión de mis sentidos emocionales".

¿Pegaste un salto entre tu etapa anterior figurativa y las obras presentadas en la galería MCMC?
Sentí que había cumplido una etapa respecto de lo que venía haciendo y en mi cabeza tenía una síntesis que fluía tan fácilmente que de allí surgió una nueva obra y a partir de ella, el sentido reflejado en las formas de las otras. Mucho tuvo que ver el tema de los materiales como el bronce, ya sea en su estado natural pulido o laqueado, como también la resina de poliéster, que me permite llevar mi arte a escalas más grandes.

¿Hay rasgos o elementos figurativos en estas obras? ¿Dónde encontramos ese rasgo que permanece en tus esculturas?
Podemos ver esos rasgos en la perfección de las curvas y contracurvas que provienen de las formas femeninas. A su vez, los reflejos y las texturas son similares a la piel de las mujeres, son suaves. Si bien esta serie de obras presentadas puede interpretarse como abstractas, estas curvas femeninas también me llevan a un nido, algo que tiene que ver con lo uterino.

¿Te sentís participe de la gran lucha de las escultoras de revertir el haber sido ninguneadas en la historia del arte? ¿Cómo?
Creo que estamos en tiempos donde el lugar de la mujer esta revalorizándose día a día en todos los órdenes de la vida, por lo que me siento cómoda y plena con mi arte.

¿En tu carrera tuviste dificultades por ser mujer? ¿Qué podes transmitir para las artistas emergentes?
Mi pensamiento es el de una artista, más allá del género. Ser artista mujer no es algo a lo que le dé importancia. Me concentro en mi obra y vuelco toda mi energía en ella. No soy quien para aconsejar pero, a las artistas emergentes les sugeriría que crean en lo que hacen y trabajen con perseverancia.

La visibilidad de las obras de artistas mujeres, el conquistar espacios de exhibición ¿son temas qué están en tus obras o dónde preferís expresarlo?
La escultura es un arte más difícil de exponer, ya que las obras tienen tres dimensiones y por ello necesitan de espacio para que el público pueda apreciar desde distintos ángulos, todas sus formas. Esto hace que a veces no sea tan fácil encontrar lugares adecuados para exponerlas, sobre todo si las esculturas tienen dimensiones importantes.

¿Con el mármol te consideras revolucionaria? ¿Cómo pensás conquistar lo tradicional e incorporarlo a la vanguardia?

La talla en mármol es una técnica antiquísima, bella, pura. No creo haber sido revolucionaria en ello. Sin embargo, puede ser que para algunos, mis obras figurativas talladas en distintos tipos de piedras, hayan generado cierta frescura. Los artistas hoy contamos con muchas opciones de materiales, herramientas y técnicas que nos permiten experimentar, y eso siempre es vanguardista.

Filosóficamente “El sonido luminoso de las formas” ¿cuánto tiene q ver con la horizontalidad y la expansión en el espacio?
Este es un título para la muestra que la curadora Ana Maria Battistozzi le dio. Creo que ella vió las formas como una danza entre las curvas, los cóncavos y convexos.

Hablanos un poco de tu taller ¿Cómo lo sentís?
Mi taller es mi refugio, mi lugar. Suelo ser propensa a los cambios y sin embargo, el taller es algo que mantengo hace muchos años y no cambia. Allí pasa todo lo que tiene que pasarme en cuanto a la expresión de mis sentidos emocionales.

¿Te parás más cerca de la obra de Louise Bourgeois o Magda Frank? ¿Qué representantes de la escultura del siglo XX te atraen?
Si, por supuesto, las que mencionás son dioses de la escultura. Pero hay muchos artistas que han influido en mí, ya sea de forma consciente o inconsciente a lo largo de la vida. De todos ellos, si tuviese que destacar tres, en primer lugar la pondría a mi musa inspiradora, Zaha Hadid, luego a Anish Kapoor y Richard Serra.

¿Cuál es tu relación con el arte como concepto?
Creo que en el arte el único camino es perseverar en el trabajo y permanecer enfocado en lo que uno hace. La mutación y transformación de las obras, como así también el uso de distintos materiales y técnicas es una forma de no añejarse.

 

Por: Cristina Galasso
Fuente: Infonews