México moderno. Vanguardia y revolución

La muestra México moderno. Vanguardia y revolución traza el desarrollo de las diferentes propuestas estéticas modernistas que tuvieron lugar durante la primera mitad del siglo XX en México. El recorrido está compuesto por un conjunto de 170 piezas emblemáticas de más de 60 artistas, incluyendo a los más grandes maestros del período: Dr. Atl, Miguel Covarrubias, Saturnino Herrán, María Izquierdo, Frida Kahlo, Agustín Lazo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Antonio Ruiz “El Corcito”, David Alfaro Siqueiros, Remedios Varo y Ángel Zárraga, entre otros, muchos de los cuales se exhiben por primera vez en nuestro país en una exposición sin precedentes.

La selección de obras pretende dar cuenta de la búsqueda de una auténtica mexicanidad y del modo en que los intereses vanguardistas y revolucionarios cambiaron el rumbo de las artes. Muestra también la fuerza y la solidez del período moderno en México, en el que lo folklórico –que persiste desde épocas precolombinas y es parte indisoluble de la vida cultural del país– se volvió un sello identitario. Las obras exhibidas son prueba de que la vanguardia local no fue una mera imitación de lo sucedido en Europa, sino una reelaboración que precisamente incorporó los elementos de la cultura local. En este proceso fue crucial el papel de la ciudad, estridente y cosmopolita, repleta de artistas e intelectuales que se nutrieron de lo autóctono, de las costumbres y festividades populares y religiosas, de la temática indigenista, de los conflictos de clases y de la activa vida social y política.

El arte mexicano de la primera mitad del siglo XX es reconocido principalmente por sus contribuciones en torno a la pintura monumental, el muralismo impulsado por el triunfo de la Revolución que promovió un proyecto de construcción de la nación moderna. “Si bien el muralismo es un referente primordial del periodo, y la exposición incluye algunos ejemplos de pintura monumental transportable, buscamos también indagar en los múltiples mecanismos de interrelación y sinergia que se dieron entre las diversas manifestaciones culturales de la época. Por lo tanto, se exhiben propuestas emergentes de la literatura, la música, el cine y la cultura en general, que son vitales para la comprensión de las artes plásticas del periodo en un contexto amplio”, sostiene la curadora Victoria Giraudo.

El proyecto busca, además, revisar y reflexionar sobre algunos presupuestos que ordenaron la historia del arte para revalorizar la producción y el accionar de artistas mujeres que fueron marginalizadas del relato canónico y, de este modo, reposicionarlas como auténticas protagonistas en la escena cultural. Las manifestaciones en torno a la búsqueda identitaria y la valoración de lo propio no se ciñeron exclusivamente a las artes plásticas, pero tampoco al ámbito mexicano. Las piezas incluidas en la exposición –pinturas, esculturas, dibujos, grabados, objetos populares, revistas, fotografías y documentación– resaltan también este último aspecto, mostrando las relaciones entre los principales exponentes de la cultura mexicana y la intelectualidad de avanzada del resto del cono sur.

Organizada junto al MUNAL, Museo Nacional de Arte (México)

Una vanguardia singular
La modernidad mexicana surgió como un mecanismo de interrelación y sinergia entre diversas manifestaciones culturales. En palabras de Victoria Giraudo: “Si bien el muralismo es un referente primordial del período, y la exposición incluye algunos ejemplos de pintura monumental transportable, buscamos también indagar en los múltiples mecanismos que se dieron entre las diversas manifestaciones de la época. Por lo tanto, se exhiben propuestas emergentes de la literatura, la música, el cine y la cultura en general, que son vitales para la comprensión de las artes plásticas del periodo en un contexto amplio”, explica y agrega:
“El arte moderno mexicano posrevolución fue tan rico y potente en torno a la búsqueda identitaria, fruto del mestizaje cultural y del sincretismo, que no puede circunscribirse solo al muralismo como bandera artística, ni leerse solo en términos nacionalistas, sino que, justamente, en la pluralidad y convivencia de tan variadas propuestas estuvo su riqueza”.

En la exposición se exploran las diferentes formas en que se construyó la identidad artístico-cultural mexicana en el mismo momento en que el país se constituía como Estado-nación. “Los muralistas crearon una iconografía que se reprodujo tanto en escuelas y edificios públicos como en caballetes, y cuyos temas fueron la identidad (el mestizaje racial e ideológico representado en personajes protagónicos como el indígena, el obrero, el campesino, la maestra rural o los revolucionarios) y, en un segundo momento, la patria, la justicia y la denuncia social. Todos ellos fueron factores fundamentales en la construcción histórica nacional del siglo XX de la posrevolución”, explica Ariadna Patiño Guadarrama.

También los principales exponentes del México onírico y surrealista –en su mayoría mujeres– están presentes en la exposición, con piezas de María Izquierdo, Remedios Varo, Leonora Carrington, Rosa Rolanda, Kati Horna, Olga Costa y Nahui Ollin, junto a Agustín Lazo, Wolfgang Paalen, El Corcito, Emilio Amero y Rivera entre otros. “El mismo sentido de universalidad y apertura del arte mexicano fue el adoptado por los pintores surrealistas venidos de Europa, que encontraron en México, durante los años cuarenta, un lugar donde lo onírico y lo mágico convivían con lo real, como aseguraría el padre intelectual del surrealismo, André Breton”, comenta la curadora Sharon Jazzan Dayan.

 

México Moderno
Vanguardia y revolución

Desde el 3 de noviembre de 2017 al 19 de febrero de 2018
Inaugura: jueves 2 de noviembre, 19:00hs
Curadoras: Victoria Giraudo (Malba), Sharon Jazzan y Ariadna Patiño Guadarrama (Munal)
Sala 5, nivel 2. Sala 3 - Silvia Braier, nivel 1

MALBA | Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires
Av. Figueroa Alcorta 3415
Ciudad Autónoma de Buenos Aires