Mauro Guzmán. Chroma Key para horneros

En 2020 circuló por internet una foto de Isabel II con un vestido de color verde. La imagen rápidamente se viralizó ya que muchos interpretaron que la superficie de tela era una mera pantalla que había que reemplazar digitalmente con alguna otra textura. Surgieron así miles de memes donde la reina aparecía vestida con looks de lo más insólitos.

El croma es una técnica de postproducción que permite un reemplazo y habilita una composición ulterior. El verde que usualmente se utiliza es un tinte característico muy particular con mucho de antinatural. Este recurso ya había aparecido en la obra de Mauro Guzmán en su serie de videos donde recrea escenas icónicas del cine hollywoodense. En estas piezas él mismo se filma como personaje dejando en evidencia los dispositivos de engaño que generalmente están ocultos al público. Un juego de apropiaciones que pone en discusión los discursos establecidos y los modelos estandarizados de la industria cultural. En este contexto el croma sirve como un anticipo, una mera posibilidad latente.

Las obras de Mauro Guzmán nos hablan de un mundo nocturno lleno de espejismos, maquillajes y accesorios. Un escenario cambiante plagado de seres híbridos cuya materialidad oscila entre lo suntuoso y lo precario. Su propuesta no le teme a lo trash y se empantana involucrando de lleno al cuerpo y a los sentidos. La propia imagen del artista, bajo la apariencia de múltiples alter egos, anuncia una identidad mutante que se presenta deliberadamente como ficción. Su producción es elusiva y reacia a las categorizaciones y el continuo reciclaje de materiales y vestuarios dejan en entredicho la sacralización del objeto artístico. En su práctica artística la escena se pone al servicio de la acción para converger en diversos formatos: fotografía, videos, instalaciones o performances.

En Chroma Key para horneros nos enfrentamos a escenarios que son el telón de fondo de una representación barroca exuberante y recargada. Un exquisito deleite visual construido con materiales de los más diversos: bolsas de nylon, maderas, zapatos, ramas. Objetos similares a los que el río lleva, trae y deposita sobre su suelo barroso. El nido de hornero, hecho de un material crudo y accesible y la pantalla verde indicio de un artificio y promesa de una imagen, convergen en este espacio dejando filtrar la sensualidad y el deseo.

Gabriel Fernández

 

Mauro Guzmán
Chroma Key para horneros

Desde el 16 de septiembre al 20 de noviembre de 2022

Museo Castagnino + Macro
Sede Castagnino

Av. Pellegrini 2202
Rosario