Picasso en el patrimonio del Museo

 

A cincuenta años de la muerte del artista español Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, Francia, 1973), el Bellas Artes se suma a las exposiciones internacionales en torno a esta conmemoración, con la muestra “Picasso en el patrimonio del Museo”, que reúne en la sala 33 más de 30 papeles y cerámicas de su autoría que integran la colección.

“Picasso ha abrazado el arte con tal pasión y convicción que lo ha llevado a ser el gran experimentador del siglo XX ‒afirma el director del Bellas Artes, Andrés Duprat sobre el célebre artista‒. Sus indagaciones y creaciones formales y sus búsquedas técnicas han ampliado consistentemente los límites del arte de forma definitiva. Se podría decir perfectamente que hay un antes y un después de Picasso en la historia del arte”.

“A medio siglo de su fallecimiento, y en sintonía con los principales museos del mundo, queríamos sumarnos a este aniversario presentando una serie de piezas de nuestra colección que dan cuenta de su talento, y de sus múltiples intereses y búsquedas a través del dibujo, el grabado y la cerámica ‒agrega Duprat‒. Además, se exhibirá ‘Mujer acostada’, óleo de gran formato de 1931, una pieza mayor de nuestro acervo”.

La exposición, con curaduría de Paola Melgarejo, investigadora del Museo, recorre temas típicos del artista, a partir de las diversas técnicas que abordó. “A lo largo de su vida, entre 1899 y 1972, Picasso buscó dominar el grabado desde diferentes medios, como aguatinta, aguafuerte, punta seca, linograbado y litografía, hasta transformarse en un verdadero referente”, explica la curadora. “Desde la década de 1940 ‒añade‒, también se especializó en la cerámica, a la que consideró una técnica artística consagrada, y por treinta años experimentó con diversas soluciones en las formas y en los colores, representando sobre la arcilla los temas que lo apasionaron”.

Las obras en exhibición, datadas entre 1905-1959, incluyen grabados, cerámicas, dibujos y dos pinturas realizados desde su etapa de juventud, entre los que hay retratos de las mujeres importantes de su vida o escenas en su atelier, y también piezas que muestran su interés por la situación política de entreguerras y la representación de animales fantásticos, con los que se identificó y que hoy son símbolos picassianos universalmente reconocibles.

La muestra está organizada en cinco núcleos temáticos. El inicial, “Primer tiempo. De la figuración al cubismo”, da cuenta de sus primeros grabados en punta seca y al aguafuerte, realizados a comienzos del siglo XX, época en la que conoció estas técnicas que lo fascinaron y con las que estampó arlequines y personajes de circo en sus momentos cotidianos, incluyendo mujeres desnudas en escenas de baño. De este momento es la “Serie de los Saltimbanquis” ‒de la que se exhibe “El baño”‒, y la acuarela “Mujer desnuda de espalda”: en la pieza, la modelo representada podría ser Fernande Olivier, su primera pareja. Hacia 1908-1909, experimentó el lenguaje del cubismo en grabados, en obras como “Dos figuras desnudas: mujer con una guitarra y niño con una copa” o “Naturaleza muerta con frutero”. A partir de 1911, sus chapas fueron adquiridas por importantes marchands, quienes las hicieron estampar y vendieron como copias sueltas, editadas en libros o en carpetas.

 

Picasso en el patrimonio del Museo
Desde el 29 de Marzo de 2023 al 1 de Octubre de 2023

Museo Nacional de Bellas Artes
Av. Del Libertador 1473
Ciudad Autónoma de Buenos Aires